lunes, 29 de julio de 2013

Kepler


Permitidme presentaros a nuestro querido amigo Kepler. El hombre descubrió las tres leyes que llevan su nombre, si bien las dos primeras pertenecen a su libro "Astronomia nova" y la tercera ley, muy importante, a su obra "Harmonices mundi", pero aparte de esto el hombre mete un festival en este segundo libro que es digno de comentar, cosas de que los planetas emitían sonidos diferentes cada uno y que esto era debido a los diferentes tamaños de las órbitas, tremendo. Estos libros tienen 10 años de diferencia porque mientras tanto su madre fue acusada de brujería, por lo que tuvo que ejercer de abogado el hombre para evitar el churrasco.

Repasemos un poco la vida de nuestro personaje. Tenemos por un lado a un hombre, Tycho Brahe, muy buen observador que además contaba con el observatorio más avanzado de su tiempo a su disposición: todo un señor astrónomo imperial, pero no muy ducho en matemáticas. Esto hace que  requiera de ayuda en este campo. El amigo Kepler por contra, era un excelente matemático, pero debido a que tenía un defecto en las manos y padecía de visión doble no estaba llamado a ser un buen observador.

Y hete aquí que como siempre hay un roto para un descosido, una planta para un tiesto, un Nacho para una Sasha, estas dos personas se complementaban para el trabajo que tenían que hacer.
Todo hay que decirlo, Tycho era un hombre desconfiado, y le daba los datos a Kepler con cuentagotas, a pesar de los requerimientos de éste para tener acceso a los datos totales. Sin embargo, Tycho murió al poco tiempo y Kepler, en sus propias palabras:
"Aproveché que la familia estaba velandolo para hacerme con los valiosos datos" Y añade el cachondo: "quizás hurté" Con dichos datos fue con lo que dedujo la órbita elíptica y creó sus famosas leyes.
...
¿Y lo bien que dormiría esa noche el hombre?

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